—Hagamos una recapitulación de los hechos —su voz profunda mostraba cierta molestia.
—Hace tres semanas apareció el primer cadáver, un señor José Ferreira, retirado del Banco, ex agente en varias sucursales; separado de su esposa, sin hijos; degollado como estos otros dos. El loco le dejó un papel tamaño carta, sin huellas, usó guantes quirúrgicos; manchado con la sangre de su garganta y la palabra escrita con tinta roja de una impresora que los peritos están demorándose mucho en informar, por razones obvias. Mmm, aparentemente conocía personalmente a sus víctimas.
Carrados, siempre con su barbilla tomada, mirada perdida entre los paseantes del cerro.
—Las palabras decían “plata30”y su rúbrica el signo #. Preguntas: ¿Le debía dinero la víctima, lo estafó…?
—El segundo cadáver, también de 55 años, muerto el día lunes al mediodía, como los otros dos; estaba solo en su departamento, su esposa e hijos salieron de la capital, don … —examinó una libreta— Alberto Plaza, no el cantautor, un alto empleado y jubilado de la Casa de la Moneda, experto en acuñar monedas.
El joven espió a su superior jerárquico, quien seguía mirando los árboles.
—Degollado y con su propia sangre empapó una hoja carta que tenía escrito en rojo la palabra “Ícaro” y el signo # —agregó el Detective.
La voz profundamente grave del Inspector Carrados lo hizo callar, casi con un sobresalto.
—Esa es la cuestión: ¿Qué los juntó en vida...? Pero el problema más urgente es otro… ¿Quién será la próxima víctima? Creo que cada palabra es para indicar a quien matará.
—Mmmmm… déjeme ordenar esto —continuó—. La primera víctima, José Ferreira un ejecutivo bancario y el papel ensangrentado con la palabra “plata30”.
El segundo asesinato, Alberto Plaza, acuñaba monedas y la palabra “Ícaro” aparecía en el papel ensangrentado.
Y ahora, el tercero, Roberto Escalona de una compañía aérea, con la palabra “ovillo”….
—Señor González, creo saber que indican las primeras dos palabras: “plata30” e “Ícaro”, pero no sé qué diablos es “ovillo” y… ¡Hay que apresurarse con la solución de este dilema!